lunes, 21 de septiembre de 2020

Moscatel: la historia de una niña dulce, pura, ingenua y bondadosa que deja en buen lugar a Chipiona

Como dice el refrán, después de la tormenta siempre llega la calma. Tras vivir una historia truculenta y folletinesca como fue la de Lola Puñales, con esa peculiar Medea coplera que nos conmocionó a todos con el asesinato a su novio, creo que es bueno dar un giro de 180 grados y relajarse con un tema alegre y desenfadado, ideal para mover el esqueleto. Espero que os guste esta conocida rumba de Gracia Montes, del año 1968, que estuvo dedicada a la localidad gaditana de Chipiona. Hoy analizaremos Moscatel


Era una vez una niña

que llamaban Isabel.

De tanto andar por la viña,

le pusieron Moscatel.

 

Moscatel, labios de sangre como un clavel.

Moscatel, sonrisa alegre de cascabel.

 

Al campo, niña, no vayas sola

que el viento acecha tu delantal

y está mal visto que una amapola

ande de noche por el parral.

 

Moscatel, caramelito

de azúcar, canela y miel,

del mundo lo más bonito

son tus ojitos de moscatel.

Tus ojitos, tus ojitos,

tus ojitos de moscatel.

 

Diego pasó por la viña

y al mirar a Moscatel,

enloqueció por la niña

y también ella por él.

 

Moscatel, verde aceituna tienes la piel.

Moscatel, verdes los ojos como el laurel.

 

Vente a la playa de Chipiona,

blanca, más blanca que un palomar.

Tengo una casa pa tu persona

y una corona blanca de azahar.

 

Moscatel, moscatelita

de azúcar, canela y miel,

tus ojos, niña bonita,

son dos uvitas de moscatel.

Dos uvitas, dos uvitas,

dos uvitas de moscatel.

........................................................................

El título de la canción está construido sobre un mecanismo metafórico que configura el apodo a la protagonista de la copla. El término moscatel designa a una variedad de uva muy dulce y olorosa, de grano redondo, con la cual, después de unos cuantos días al Sol, se puede hacer un determinado tipo de vino muy acaramelado y dulzón. La etiqueta Moscatel se refiere tanto a la uva, como al vino o incluso al viñedo.

Por lo que se ve, la protagonista de la copla (cuyo nombre real es Isabel) se pasa todo el día dando paseos por los viñedos. A esto hay que unirle un carácter muy dulce, pues la moza es muy agradable, simpática y complaciente con la gente, y siempre va envuelta en un halo de alegría y vitalismo. Por eso, en el poema se la conoce como Moscatel (nombre metafórico): la dulzura de su psicología (lo risueña que es, su complicidad con la gente....) se identifica con la dulzura de este vino.

Por tanto, estamos ante una copla de estructura eminentemente descriptiva (con alguna pincelada narrativa).

En la primera estrofa, se introduce el personaje, como si fuera la protagonista de un cuento (Érase una vez una niña que llamaban Isabel). Empezar la copla de esta manera permite concebir a la chica como alguien importante, trascendental, conocida por todo el mundo. Pensad en Caperucita, La Cenicienta, Blancanieves…son gente como de la familia. Pues ese mismo efecto se pretende conseguir con la mujer de esta canción

El origen del apodo es explicado mediante una estructura subordinada consecutiva: De tanto andar por la viña, le pudieron Moscatel. El uso de la tercera persona del plural (llamaban, pusieron) permite crear un halo de fama sobre la protagonista (todo el mundo la conoce, todo el mundo sabe quién es, todo el mundo sabe cómo es…). Al final, la persona se acaba convirtiendo en un personaje de gran fama local.

A lo largo de la canción se elabora un retrato literario de la protagonista. El retrato combina la etopeya (descripción de los rasgos psicológicos, espirituales y morales de la muchacha) y la prosopografía (descripción de los rasgos físicos), mediante estructuras en anáfora (Moscatel, labios de sangre…/Moscatel, sonrisa alegre…).

Así hay metáforas y comparaciones que se refieren a cualidades externas, como por ejemplo, el color rojo de los labios: labios de sangre como un clavel. La sangre y el clavel son dos elementos recurrentes que permiten representar literariamente el color de la pasión. Hay otras metáforas que se refieren al carácter afable de la chica: Sonrisa alegre de cascabel. Ya sabéis, que el cascabel (instrumento musical), posee un timbre muy juguetón, muy divertido, muy lúdico (igual que el carácter de la muchacha).

La protagonista aparece representada como si fuera una mujer ingenua, inocente, pura que todavía no ha llegado a conocer el lado crudo de la vida. Por eso, su espíritu resulta algo infantil, algo aniñado (todo es alegría, bondad, humanidad, benignidad…). De ahí las advertencias que le hace el yo poético a la moza: que tenga cuidado, que no todo el mundo es bueno, que no todos son como ella, que hay gente con segundas intenciones. Esto se expresa con la personificación del viento: Al campo niña no vayas sola, que el viento acecha tu delantal

El viento simboliza a aquellos elementos nocivos, molestos, perversos, pérfidos…que se aprovechan de la bondad e ingenuidad de la gente para intentar sacar tajada. La alusión a una parte de la vestimenta femenina (el delantal) crea una atmósfera como de picardía, erotismo y sensualidad, que nos lleva a concebir a la moza como una mujer que todavía no ha perdido la virginidad (de ahí la pureza y el carácter inmaculado de la chiquilla).

El imperativo (no vayas) junto al hipérbaton, consistente en el adelantamiento del complemento circunstancial de lugar a primera posición oracional (al campo no vayas) enfatizan las advertencias y consejos vitales

En esta parte del texto, el yo poético adopta una postura paternal hacia la niña, de ángel de la guarda, de maestro de la vida, formulando una serie de reglas de buena conducta que toda niña bien educada debe seguir: “está mal visto que una amapola ande de noche por el parral”. 

Tened en cuenta que hace 40 años era inconcebible que una mujer de orden anduviera sola por la calle, ya que podía ser el blanco perfecto (joven, guapa, buena presencia…) de ciertas mentes perversas. A la mujer, identificada como ser débil, indefenso (en comparación con el hombre) había que protegerla y salvaguardarla de ciertos peligros, y de ahí que el yo poético haga tantas advertencias a Isabel y actúe como si fuera su padre, ya que no quiere que la niña pierda esa pureza, inocencia e ingenuidad.

Actualmente, ver a una chica sola a las tantas de la madrugada ya no escandaliza tanto ni nos llama la atención (ya estamos curados de espanto jajaja), pero hace 40 años era algo inaudito e inadmisible (iba en contra del código de las buenas costumbres, ya que la noche era asociado a lo pecaminoso, lo amoral, lo peligroso).

En los estribillos, se sigue profundizando en la descripción de la protagonista, mediante metáforas que representan el carácter agradable y dulzón de la chica (cualidades espirituales): Moscatel, caramelito de azúcar, canela y miel. Como veis, el léxico se refiere a especias de cocina que dan un sabor dulce a las comidas. El diminutivo (caramelito, ojitos) da a la expresión un carácter afectivo

La anástrofe intensifica el componente elogioso de la metáfora: Del mundo lo más bonito son tus ojitos de moscatel. En este caso, se identifica los ojos de la protagonista (cualidad física) con las uvas de moscatel, que son muy preciadas en Cádiz.

Las reiteraciones y anáforas (tus ojitos, tus ojitos/ tus ojitos de moscatel) dan mucha musicalidad a la rumba, además de darle un toque meloso. Al final, el carácter dulzón del vino y de la protagonista, se acaba trasladando a la melodía.

En la segunda estrofa se añade una anécdota narrativa. Aquí se recurre a los tiempos de perfecto (pasó, enloqueció), que como sabéis es el más utilizado a la hora de contar hechos. En esta parte del poema se habla de cómo un muchacho llamado Diego se acaba enamorando de la protagonista. Algunos aspectos de esta relación amorosa son:

-Carácter fulminante y súbito: el amor se genera de manera inmediata, tras verse por primera vez. Mediante un predicado que denota un evento puntual, un instante (Diego pasó por la viña) se produce un cambio de estado: de no estar enamorado, los personajes pasan a estarlo

-Importancia de los ojos en el procedimiento amoroso. Ya os dije que en la Edad Media se hicieron todo tipo de teorías y tratados médicos en los que se afirmaba que el amor se producía por unos espíritus que salían de los ojos de uno de los amantes, y se metían por  los ojos del otro. En la copla se alude a la importancia de la vista, de cómo los amantes se enamoran con la mirada: Y al mirar a Moscatel…

-La concepción del amor como trastorno que provoca alteraciones en la persona, hasta tal punto de afectarle a la razón y provocarle la locura: Enloqueció por la niña…

-El amor como sentimiento recíproco: para que la relación amorosa sea afortunada es necesario que exista correspondencia (el mismo sentimiento de afecto que uno tiene del otro, el otro también lo debe tener): Y también ella por él…

A continuación se siguen sucediendo metáforas y comparaciones en estructuras anafóricas para continuar la descripción de la protagonista: “Moscatel, verde aceituna tienes la piel/ Moscatel, verdes los ojos como laurel”.

Ya os comenté en una ocasión que la mujer con ojos verdes, en el mundo de la canción andaluza, es el prototipo de belleza y dama ideal. Es la donna angelicata de la copla. Igual que en Petrarca la mujer con cabello rubio, ojos claros y cuello largo simbolizaba la perfección estética, en la canción española son los ojos verdes.

El hecho de representar a la chica con piel verde da un toque surrealista y onírico al texto (recuerda el Romance del sonámbulo de Lorca, en el que también se describe a una mujer de carne verde). Al fin y al cabo en esta copla se está describiendo a un personaje tan idílico, tan puro, tan perfecto que parece imposible encontrarlo en la realidad, y solo puede aparecer en creaciones artísticas como estas.

En la última estrofa se hace alusión (con clave de homenaje) a la localidad gaditana de Chipiona. El yo poético anima a la protagonista a irse a las playas de este pueblo, las cuales quedan descritas con comparaciones (blancas como un palomar).

Hay alusión a objetos de color blanco (tengo una casa para tu persona y una corona blanca de azahar). El blanco es símbolo de lo puro, de lo limpio, de lo no manchado. Ya os dije antes que en la estrofa anterior se aludía a la virginidad de la protagonista y al peligro de que gente perversa acabara con ese estado de pureza, de ingenuidad, de inocencia.

Chipiona representa en la copla lo puro, lo limpio, lo genuino. Se ve como un lugar ideal para que la protagonista pueda gozar ad eternum de ese estado de niñez, de infancia, de bondad, de inocencia. La infancia representa el paraíso, la época de mayor felicidad para la persona, ya que un niño todavía no ha conocido el lado crudo y oscuro de la vida, no se ha corrompido, no tiene preocupaciones. Chipiona aparece en el poema como un paraíso. Al fin y al cabo el objetivo del poeta era hacer un homenaje a la localidad.

El segundo estribillo reitera metáforas ya vistas en otros momentos de la copla, como el hecho de identificar los ojos de la niña con uvas, mediante una metáfora: Tus ojos, niña bonita, son dos uvitas de moscatel. El vocativo (niña bonita) y el diminutivo (uvitas) dan un carácter afectivo e incluso infantil al discurso. El carácter añiñado de la chica va relacionado con esa pureza y bondad que os he dicho.

Métricamente, se suceden diferentes tipos de estrofas:

-La copla empieza con una cuarteta en octosílabos con esquema de rima abab.

-Después, un pareado de 13 silabas (Moscatel, labios de sangre como un claves/Moscatel, sonrisa alegre de cascabel).

-A continuación, un serventesio decasílabo con el esquema de rima ABAB.

-Finalmente, nos encontramos una sextilla con esquema ababab

Este ciclo (cuarteta+pareado+serventesio+sextilla) se vuelve a repetir una segunda vez, y de esta forma, obtenemos el esqueleto métrico de esta copla.

 

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