martes, 27 de julio de 2021

La gente: una copla que habla del poder destructivo de los chismes y cotilleos

Aunque el tema del día anterior nos presentara a la Sebastiana como una señora divertida, entrañable y carismática, hay que reconocer que aguantar a una persona así las 24 horas del día colmaría la paciencia del mismísimo santo Job

Esto es lo que le pasa a la protagonista de la canción de hoy, una mujer que está hasta las narices de los chismes y cotorreos que los vecinos lanzan de ella. Al final, todas esas murmuraciones y habladurías del barrio han dado lugar a una serie de bulos y falsos rumores sobre la muchacha, que han provocado la separación con su amado.

Hoy vamos a analizar una copla por seguidillas flamencas que Marifé de Triana popularizó en el año 1961, y se titula La gente



No hubo nunca una razón

Pa murmurar de María

Vivía con ilusión,

Porque un hombre la quería.

 

Pero la gente se lo ha inventao

Sale de noche, tiene otro amor,

Tanto la gente lo comentaron,

Que hasta ella misma se lo creyó.

 

La gente, tiene la gente,

Maldita la condición

De que no habla frente a frente

Y murmura sin razón.

En la silla del tormento

No hay dolor como este mío

Pero lo que yo más siento,

Es que tú te lo has creído

Por mí ya podéis hablar,

Por que me es indiferente,

Para bien o para mal,

Yo no me dejo llevar

Por lo que dice la gente.

 

Ya podéis hablar de mí

Por que a ningún hombre quiero

Ahora sí podéis decir,

Que me sobra el mundo entero.

 

Todos presumen de estar a mi lao,

Tiene dinero, que guapa estás

Maldita gente que lo ha notao,

Sólo me quiere resucitar

 

La gente, tiene la gente,

Maldita la condición

De que no habla frente a frente

Y murmura sin razón.

En la silla del tormento

No hay dolor como este mío

Pero lo que yo más siento,

Es que tú te lo has creído

Por mí ya podéis hablar,

Por que me es indiferente,

Para bien o para mal,

Yo no me dejo llevar

Por lo que dice la gente.

...................................................................

La protagonista de la canción (María) es una mujer normal y corriente, de vida aparentemente sencilla y ordenada, feliz con su novio de siempre. Sin embargo, un buen día, las vecinas le dan a la lengua, y sin ningún tipo de fundamento lógico, se inventan un bulo sobre la chica

Este bulo comienza a difundirse por el entorno: que si María sale a las tantas de la noche, que si María está manteniendo una relación a escondidas con otro hombre, que si le es infiel a su novio…

Aunque esto, en principio, es solo un rumor (falsas conjeturas, pues no hay ningún tipo de prueba que acredite que la muchacha haya hecho tal cosa), la bola se va haciendo cada vez más grande, y la gente, por el camino, va manipulando y falseando la información (añadiendo nuevas cositas, mentirijillas, inventando datos…).

Al final, todo esto pone la vida de María patas arriba, ya que el novio pone fin a la relación.

Este argumento es el pretexto para dar una visión negativa de la gente, la cual, con sus cotilleos, marujeos, habladurías o chismorreos puede acabar haciendo mucho daño.

En la primera parte del tema se presenta a la protagonista como una mujer de orden y gran discreción. La doble negación adverbial enfatiza el prestigio que tenía María antes de producirse el episodio de los chismes: NO hubo NUNCA una razón pa murmurar de María.

Como veis, la muchacha tenía una reputación impecable (era la típica mujer de la que apenas se podía reprochar nada, ya que era una chica decente en esta época).

El narrador enfatiza el estado de dicha (buenaventura) que tiene María al empezar la historia: Vivía con ilusión porque un hombre la quería. Está enamorada y vive con la persona que quiere.

Hacer hincapié en su estado de felicidad es muy importante, para luego crear el contraste con el estado de desdicha. La protagonista (una buena persona) pasará de la felicidad a la infelicidad por culpa de la gente, de una manera injusta. Eso es lo que crea el dramatismo en esta copla.

En la siguiente estrofa se produce el episodio de los cotilleos. El efecto del fluir de los rumores y habladurías sin sentido tomando como fuente (origen de los bulos) la boca de la gente se consigue con la enumeración en asíndeton: Pero la gente se lo ha inventado: sale de noche, tiene otro amor.

La enumeración es abierta, lo cual significa que la gente habló muchísimo de María y dijo muchas cosas de ella. Esto es solo una muestra. La gente es tan mala que puede inventarse cualquier cosa. En este caso, un ligue.

El verbo inventar implica una noción de creatividad, es decir, la gente no se limita a contar con objetividad cosas que ha visto, sino que añade otras nuevas, manipula, falsea, engaña, tergiversa, se hace peliculitas, poniendo dosis de imaginación.

El mundo real es tan aburrido para la humanidad, que necesita inventar nuevos mundos con el objetivo de crear emoción, morbo (aunque sea a costa de terceras personas). Es como el mundo rosa de la prensa del corazón, pero aquí con una persona anónima. La gente está asistiendo a una especie de película u obra teatral (ella es feliz, luego es abandonada por el novio…).

La oración subordinada consecutiva intensifica la cantidad de chismes que inventó la gente en torno a este asunto: Tanto la gente lo ha comentado que hasta ella misma se lo creyó. De tanto hablar y repetir algo, una mentira se ha convertido en verdad (en el contexto del barrio).

El circunstancial de cantidad (tanto) se adelanta a primera posición oracional (hipérbaton), con el objetivo de dar una visión de la gente morbosa y marujona, ya que parece que la historia de María se ha convertido en algo central e imprescindible en sus vidas.

En el estribillo, la protagonista se muestra enojada con estos acontecimientos y lanza una serie de maldiciones e injurias a la gente: Maldita la condición del que no habla frente a frente y murmura sin razón.

Como veis, se establece una antítesis entre los verbos hablar y murmurar, con el fin de configurar una imagen cobarde y pusilánime de la gente. A las personas les gusta lanzar bulos y chismes, pero siempre de espaldas a la víctima, cuando esta no puede defenderse. A estos individuos les gusta darle a la lengua a un nivel bajo (con las vecinas, amigas del barrio, conocidos, poniendo a parir al prójimo…), pero luego, cuando tienen delante a la persona de la que hablan, no son capaces de decirlo a la cara.

Esto, por desgracia, es bastante común en nuestra sociedad: muchas personas de cara al público critican y repudian el mundo del cotilleo (no me gusta el Sálvame, yo no veo la tele, yo no hablo de este tema…), pero luego, cuando están en un contexto de intimidad y comodidad son los primeros en tragarse la telebasura y sacar las vergüenzas del otro

Esta copla hace una critica de la hipocresía y doble moral de la gente, que va de santa delante de tus narices, y cuando tuerces la esquina ya te están clavando el cuchillo por detrás.

Como ya os he dicho, los chismes de la gente han hecho mucho daño a la protagonista, ya que han dado un vuelco a su vida (ruptura). Esto se refleja con metáforas que hacen alusión a métodos de tortura utilizados por la Inquisición: En la silla del tormento, no hay dolor como este mío.

El poema recurre a elementos altisonantes para dar dramatismo y fuerza a la copla. El uso de pronombres en primera persona (mío) también intensifica el lirismo

El estribillo incluye un reproche al novio, el cual, en lugar de confiar en su amada, se deja llevar por las habladurías de la gente. El muchacho piensa que María está siéndole infiel con otro hombre. Por estos motivos, decide poner punto final a la relación

Como consecuencia, María se lamenta de que su novio no haya confiado en ella: Pero lo que yo más siento es que tú te lo has creído.

Para muchas personas, la habladuría popular (lo que la gente piensa, habla, comenta), se convierte en fuente fiable de información, sin llegar a contrastarla o verificarla. Como si fuera el Padrenuestro jejjee. Se creen lo primero que escuchan sin ponerlo en duda.

Mientras que el novio es una persona que se deja llevar por el qué dirán y busca a toda costa mantener una buena imagen de cara a los demás (honor), la protagonista es todo lo contrario: pasa completamente de los chismes y se muestra fuerte ante los hechos: no va a dejar que las habladurías le hundan su autoestima. De ahí el tono desafiante que adquiere el discurso: Por mí ya podéis hablar porque me es indiferente

La antítesis marca la actitud de impasibilidad en el personaje de María: Para BIEN o para MAL yo no me dejo llevar por lo que diga la gente.

A la protagonista se la suda todo lo que diga la gente. Ella sabe que es mentira. Su pensamiento es claro: si buscamos caer bien a todo el mundo y tenemos miedo de lo que pueden pensar los demás, nunca seremos felices. No disfrutaremos de las cosas buenas de la vida (en este caso, el amor)

Si os dais cuenta, muchos de los versos del estribillo empiezan por un sonido oclusivo, bilabial, sordo [p]: Pero lo que yo…/Por mí ya podéis…/Para bien o para mal…/Por lo que dice…. Esto da fuerza y garra al discurso, ya que el personaje habla con convicción. Ella no quiere mostrarse débil ante la gente.

En la segunda parte del tema, la protagonista adopta una postura más irónica (fruto del enfado). La gente, lo que quería con todo esto es su ración diaria de morbo, de reality show, de espectáculo. Con la ruptura, ya han conseguido lo que querían. El objetivo era tener carnaza. Ya la tienen. El novio la ha dejado y ella ya está destrozada. ¿No queríais morbo? Pues toma morbo!!!!!!!!!

De ahí la actitud tan sarcástica al inicio de la segunda estrofa: Ya podéis hablar de mí, porque a ningún hombre quiero. Ahora sí podéis decir que me sobra el mundo entero

Este discurso tiene como objetivo hacer que la gente se sienta culpable por lo que ha pasado, ya que gracias a esos cotilleos se ha roto una relación que iba bien. Ella se hace la ofendida para que la gente se quede con la sensación de “la hemos cagado pero bien”. El hecho de decir, que ya no va a enamorarse de más hombres es un efecto para crear ese sentimiento de culpabilidad, en plan “me habéis arruinado la vida”. Los que tengan valores y empatía, harán un examen de consciencia.

Seguramente, muchos de vosotros detectéis una contradicción en el personaje. ¿Cómo puede ser que en el estribillo se haga la valiente y la fuerte y ahora en la segunda parte se haga la víctima? Muy sencillo: la segunda estrofa es solo un mecanismo retórico-irónico intencionado para que la gente se sienta culpable. Ella es fuerte. Lo de hacerse la víctima es para hacer que la gente reflexione sobre lo que ha hecho mal.

Esas invitaciones a seguir cotilleando es solo ironía: Ya podéis hablar de mí, Ahora sí podéis decir…. Las desinencias de segunda persona del plural (podeIS) sirven para que los vecinos se sientan aludidos, y se den cuenta de lo que han hecho.

En los siguientes versos María hace referencia a la hipocresía y doble moral de la sociedad. Cuando el daño ya está hecho, la gente se hace la simpática y va de buena persona contigo. Después de ponerte a parir e inventar chismes y bulos, cuando te ven por la calle, actúan de forma políticamente correcta (se muestran agradables, te dan ánimos, te elogian, te dicen cosas bonitas, se hacen los apenados porque la relación ha terminado…).

Son sentimientos no sinceros que se hacen para quedar bien. Eso se llama FALSEDAD. Resulta incoherente elogiarte a la cara cuando momentos antes te han estado criticando a las espaldas: todos presumen de estar a mi lado. Tienes dinero, qué guapa estás. La canción es un reflejo de la hipocresía.

Las metáforas antitéticas de la muerte y la resurrección representan muy bien ese modo de actuar de la gente: primero te destrozan y luego intentan reparar el daño de una forma falsa e hipócrita: Maldita gente que me ha matado y ahora me quiere resucitar.

Después de provocar un terremoto en tu vida, la gente intenta quedar bien contigo, como queriendo aliviar su consciencia. Hacen un poco de teatrillo compadeciéndose de ti para sentirse un poco mejor con ellos mismos, cuando realmente les da igual tu dolor.

Un poema con sesenta años de antigüedad refleja contextos de candente actualidad. Se transmiten verdades como puños jejjeje.

En cuanto al análisis métrico, podemos destacar lo siguiente:

-Las primeras estrofas de cada parte son cuartetas: 4 versos octosílabos (arte menor), en los que rima el segundo con el cuarto y el primero con el tercero

-Las segundas estrofas de cada parte son serventesios: 4 versos decasílabos (arte mayor) en los que rima el segundo con el cuarto y el primero con el tercero.

-El estribillo está formado por la combinación de dos cuartetas y una quintilla. La quintilla (de arte menor) posee este esquema: 8a 8b 8a 8a 8b

El habla resulta relajada con algún apócope (para<pa) y supresión de la d intervocálica (inventao, lao, notao).

En general, la sintaxis es sencilla e intuitiva con un lenguaje casi conversacional, espontáneo y sin adornos retóricos.

lunes, 12 de julio de 2021

La Sebastiana: la copla de la vieja del visillo

La creación de personajes caricaturescos es uno de los mecanismos más utilizados en el género cómico de la copla. A Manolita la Primera o Marta la Dormía, hoy podemos añadir un nuevo elemento a la colección. Se trata de La Sebastiana, protagonista de un alocado tanguillo compuesto por Quintero, León y Quiroga para Lola Flores en el año 1948.



En el marco de su ventana

recién lavada y en matinée,

aparece la Sebastiana,

antes con antes de amanecer.

 

Que el crepé, que los rizadores,

que el espejito, que la peineta…

y a los tunos madrugadores

les va leyendo la papeleta.

 

Ay, que te vi. ¡Deja, que te vi!

Te he visto de entrar. Te he visto salir.

Ay, que yo sé la gachí quién es

por aquellos pies, que es un alguacil.

 

Sebastiana está diquelando.

Sebastiana está al liquindoy,

y adivina del qué y del cuándo,

del sube y baja, del vengo y voy.

 

Ay, que yo sé, que por mi salud,

que no es Mari Luz la de esta mañana.

Ay, que lo pies eran de la Inés,

no hay quien se la dé a la Sebastiana.

 

Aunque tiene siete colchones

la Sebastiana no puede dormir,

porque dicen que los ratones…

¡Que se le meten por la nariz!

 

Que el zapato, que la babucha,

que te endiñé con la palangana.

Cuando acaban aquellas luchas

vuelve al acecho las Sebastiana.

 

Ay, que te vi. ¡Deja, que te vi!

Te he visto de entrar. Te he visto salir.

Ay, que yo sé la gachí quién es

por aquellos pies, que es un alguacil.

 

Sebastiana está diquelando.

Sebastiana está al liquindoy,

y adivina del qué y del cuándo,

del sube y baja, del vengo y voy.

 

Ay, que yo sé, que por mi salud,

que no es Mari Luz la de esta mañana.

Ay, que lo pies eran de la Inés,

no hay quien se la dé a la Sebastiana.

...............................................

Para crear la figura de La Sebastiana, los autores de la canción se inspiraron en una persona muy carismática y peculiar que existió en la vida real. Se trata de la madre de Estrellita Castro, Sebastiana Navarrete, ama de casa malagueña que llegó a ser popular tanto en su barrio de Málaga, como en la ciudad de Sevilla o incluso en Madrid (ya que acompañaba a su hija en sus actuaciones).

Doña Sebastiana fue muy conocida en Andalucía por su particular verborrea, por sus cotilleos, por sus chismes, por conocerse al dedillo la vida de los vecinos del barrio en el que vivía, por sus largas sesiones de marujeo asomada a la ventana viendo pasar a la gente. A esta señora no se le escapaba ningún detalle de lo que hacía o dejaba de hacer el personal. Todo el mundo sabía que si la Sebastiana te veía haciendo algo impudoroso, al momento toda la ciudad de Málaga se acabaría enterando.

Evidentemente, estamos ante una caricatura- Esos rasgos de chismosa, alcahueta, cotilla, marujona, se exagerarán al máximo, hasta alcanzar un grado importante de hipérbole, que provocará la risa y la carcajada en los espectadores

El objetivo es crear un personaje entrañable, divertido, carismático, que haga al receptor olvidarse de sus problemas diarios. Este arquetipo era muy efectivo en el teatro cómico grecolatino. Es la figura del chismoso, personaje que tenía una vida vacía y plana y cuya única aspiración era saciarse con las vivencias de los demás.

La canción empieza con un primer plano de la Sebastiana asomada a la ventana. Como veis, el inicio resulta abrupto e inmediato, ya que vemos a la protagonista en su salsa, en el lugar en el que más cómoda se siente, en su contexto habitual, que es mirando a la gente desde la ventana.

Se trata de una descripción que va al grano, que hace hincapié en los rasgos más extravagantes, singulares y peculiares de la protagonista.

En cierta medida, es un comienzo que parodia al de las novelas de caballería o los cantares de gesta. Normalmente, en este tipo de narración se presenta al héroe realizando alguna hazaña de gran trascendencia, en plena faena (luchando contra el enemigo, participando en una batalla, venciendo a alguien…)

En esta copla sucede algo parecido: vemos a la protagonista en plena sesión de marujeo: En el marco de su ventana recién lavada y en matinée, aparece la Sebastiana, antes con antes de amanecer

La caricatura está presente desde el primer verso gracias a la reduplicación del adverbio temporal ANTES (antes de que se haga de día, la protagonista ya está detrás de los visillos).

Además, como si de un lugar de trabajo se tratara, la Sebastiana tiene todo limpio, ordenado y preparado. Está dispuesta a empezar su jornada de cotilleo Y si va a pasarse tantas horas asomada a la ventana, lo normal es tenerla bien reluciente jejjeje. Todo esto genera una situación de humor.

La gente de Málaga comentaba que la madre de Estrellita Castro utilizaba el limpiado de ventana como excusa para estar asomada todo el día, y ver pasar a la gente. Por eso, en la copla se hace alusión a la ventana “lavada y en matinée” (la principal afición de la mujer es darle brillo a la ventana y eso le sirve de pretexto para cotillear y ver lo que se cuece en el barrio).

El término matinée designa a un tipo de espectáculo, fiesta o reunión que se da a primera hora de la tarde. Para la protagonista, la realidad (lo que pasa en la calle) se convierte en una especie de hobby o pasatiempo. La realidad le proporciona diversión, alegría, vitalidad. Si viviera la Sebastiana hoy en día, sería una asidua a Gran Hermano y demás realities y programas de televisión.

En la segunda estrofa se traza una prosopografía (descripción física) de la protagonista. Se hace alusión a una serie de elementos/atuendos que toda ama de casa andaluza solía llevar en esta época, mediante estructuras paralelísticas en asíndeton: Que el crepé, que los rizadores, que el espejito, que la peineta.

El crepé es un tejido de superficie granular y arrugada, con el que se hacía ropa ligera, ideal para estar en casa. El rizador se refiere a los rulos del pelo, los cuales servían para dar forma ondulada al cabello. La peineta se utilizaba para sujetar o para adornar el pelo. Y el espejo, como es lógico, sirve para verse reflejado y poder mirarse en él.

Como veis, se trata de una descripción arquetípica de la ama de casa marujona. Normalmente, las amas de casa solían deambular por sus viviendas descuidando un poco su aspecto físico y su vestimenta (siempre con los rulos puestos, con ropa fea pero cómoda, sin maquillar…).

Desde primera hora de la mañana, la Sebastiana se asoma a la ventana y empieza a cotillear, a ver lo que hace la gente, a criticar, a hacer juicios de valor, a especular sobre la vida de los vecinos. Todo esto se refleja en la metáfora: Y a los tunos madrugadores les va leyendo la papeleta

Leer la papeleta es una expresión coloquial que significa “analizar a la gente” (cómo son, qué hacen, si sus acciones están bien o está mal...). La buena señora, observando las conductas diarias de los vecinos intenta obtener información sobre sus vidas, y si es posible, pillarlos in fraganti en algún acto comprometido o delicado.

El hipérbaton (adelantamiento del complemento directo “a los tunos madrugadores”) ayuda a caracterizar a los vecinos como unas víctimas de los cotilleos y chismes de la Sebastiana.

En el estribillo, la protagonista habla en primera persona, mostrando su psicología de personaje metomentodo, que está pendiente de todas las cosas que pasan y conciernen al vecindario. Esto se refleja en las exclamaciones coloquiales (¡Ay que te vi!, ¡Deja, que te vi) y las estructuras en paralelismo con antítesis (Te he visto entrar. Te he visto salir).

A la Sebastiana no se le escapa ni un detalle (entradas, salidas, horarios, compañías, circunstancias…). Además, se jacta de ello delante de sus víctimas. No se corta en decir que ha vito a X persona, haciendo X cosa en X día.

Además, la señora se enorgullece de una habilidad que ha desarrollado con el paso del tiempo: es capaz de saber qué vecino es, con solo verle los pies: Ay, que yo sé la gachí quién es, por aquellos pies que es un alguacil, Ay, que yo sé que por mi salud, que no es Mari Luz la de esta mañana, Ay, que los pies eran de la Inés.

El marujeo es visto como una especie de arte o técnica. A base de practicarlo adquieres y desarrollas una serie de habilidades/capacidades muy chulas e interesantes jejjeje. Solo la Sebastiana es capaz de identificar por sus pies a la gente.

La presencia de palabras del lenguaje caló (habla gitana) ayuda a la caricaturización de la protagonista, tal como se detecta en estas estructuras anafóricas y paralelísticas: Sebastiana está diquelando/ Sebastiana está al liquindoy.

“Diquelar” significa “estar pendiente de algo que te interesa”, mientras que “estar al liquindoy” significa “tener atención o estar alerta de algún asunto ajeno sin que se note demasiado”.

Son expresiones populares que el letrista Rafael de León incorporó al poema en el momento adecuado, y están al servicio del humor.

Las antítesis también contribuyen a enfatizar los rasgos marujiles de la protagonista: Y adivina del qué y del cuándo, del sube y baja, y del vengo y voy. La Sebastiana está en TODO jejjejee.

El adverbio (cuando) y los verbos (subir, bajar, ir, venir) se convierten en sustantivos. Esto en lingüística se conoce con el nombre de recategorización. Hay un cambio de categoría gramatical que está al servicio de la comicidad y el dinamismo descriptivo

En la segunda parte, la historia acaricia la esfera del disparate y el irrealismo cómico. Esto nos recuerda a la última estrofa de “Ni hablar del peluquín” (que analizamos el año pasado).

Las hipérboles rompen con el principio de la lógica y la verosimilitud. Esto provoca el desmadre del contexto dramático. Se crea un halo de locura que genera la risa en el espectador: Aunque tiene siete colchones, la Sebastiana no puede dormir porque dicen que los ratones se le meten por la nariz. Se crea una estampa tan absurda e imposible que nos tenemos que reír sí o sí (igual que los cangrejos del peluquín de Don Valentín)

Lo de los siete colchones es un cliché recurrente en las canciones de Lola Flores. El hecho de que una determinada imagen literaria o una expresión lingüística de una copla aparezca en otra se denomina intertextualidad. En “Catalina Fernández la Lotera” (tema también de la Faraona) se hace alusión a siete colchones.

La copla desemboca en una parodia o burla del género épico. En el cantar de gesta o la epopeya vemos a un héroe superar una serie de obstáculos (aventuras) para lograr un objetivo, que normalmente está relacionado con su honor o fama. Para conseguirlo ha de enfrentarse a numerosos episodios altisonantes (guerras, luchas, enfrentamientos, batallas, armas…).

La Sebastiana también tiene que pasar por unas cuantas vicisitudes. En este caso, sufrirá el acoso de los ratones, que no pararán de molestarla y le impedirán culminar su pasión, que es cotillear de forma tranquila a los vecinos

Por eso, siguiendo la estela de los héroes homéricos, la protagonista luchará contra sus enemigos (los roedores), empleando todo tipo de armas. En este caso, zapatos, babuchas o palanganas, tal como se refleja en las estructuras en paralelismo en asíndeton: Que el zapato, que la babucha, que te endiñe con la palangana.

Las babuchas son un tipo de calzado de cuero o tela, con la parte delantera acabada en punta (ideal para matar a los ratoncitos). Una palangana es un recipiente circular, ancho y poco profundo, que antiguamente se usaba para el aseo doméstico. Es una especie de barreño, el cual le servirá a la protagonista para golpear (endeñar) a los ratones.

Una vez la mujer haya vencido a sus enemigos recuperará el honor perdido, y podrá volver a marujear tranquilamente y sin peligros: Cuando acaban aquellas luchas, vuelve al acecho la Sebastiana.

Como veis, la segunda parte del tema es irónica, ya que se recurre a la deformación del género épico, con el objetivo de darle un enfoque burlesco y risible a la historia. Es muy parecido a lo que pasaba con La pulga (canción ya analizada, en la que la protagonista libraba una gran batalla contra un insecto).

Las estrofas están formadas por versos de arte mayor (entre 9 y 11 sílabas) donde rima el primero con el tercero y el segundo con el cuarto (ABAB). Se trata de serventesios.

En algunas estrofas del estribillo (la primera y la tercera), desaparece la rima entre el primer y el tercer verso, y solo se mantiene entre el segundo y el cuarto.

Como habéis podido comprobar, la Sebastiana es un personaje caricaturizado y exagerado, pero muy entrañable. Seguramente, todos vosotros conozcáis en mayor o menor medida a alguna Sebastiana en vuestra vida. El mundo está lleno de Sebastianas. Mucho cuidado con ellas!!!!!!!!!!!!