La canción de hoy data del año 1980. Pertenece al género pop. Fue interpretada por Ana Belén en su disco Con las manos llenas. Se trata de Banana Republic, un tema que describe un mundo utópico, idílico, perfecto, en el que sus habitantes, a pesar de ser unos incomprendidos por la sociedad y no encajar en ella, se sienten libres, felices y realizados.
Existe un país en los trópicos
Donde el sol es un sol de verdad
Ya la sombra de bosques exóticos
Imagínate lo bien que se está
Los locos que el mundo no traga
Nos juntamos al anochecer
Dando vueltas a un sueño probable
A un amor que no ha podido ser
Y mientras el mundo se queda
Transitando por la misma vía
Aquí estamos rueda que te rueda
Ahuyentando la melancolía
Cazamos al vuelo a las lágrimas
Las bebemos con vino y con miel
Y aprendemos la risa del cómico
Y salvamos así la piel
Existe un país en los trópicos
Donde a veces el frío es mortal
Cuando un alma se enferma de veras
Por anemias de libertad
Allí le ponemos dos alas
Le enseñamos de nuevo el vuelo
Y aparece de repente el sol
Calentando nuevamente el cielo
Y mientras el mundo se queda
Transitando por la misma vía
Aquí estamos rueda que te rueda
Ahuyentando la melancolía
Cazamos al vuelo a las lágrimas
Las bebemos con vino y con miel
Y aprendemos la risa del cómico
Y salvamos así la piel
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El comienzo del poema recuerda al de un cuento, una leyenda
o un relato maravilloso: existe un país en los trópicos...
Estas narraciones se circunscriben a un mundo imaginario,
inventado, soñado, en definitiva, un mundo totalmente alejado de la realidad
(ficción). En esta canción se habla de un lugar tan ideal, tan bonito, tan
impecable, tan paradisíaco (gente dichosa, plena, sociable, alegre, libre, que
sabe gestionar su psique...) que es imposible que lo podamos encontrar en la
vida real. No obstante, el yo poético, necesita darle apariencia de verdad,
credibilidad, verosimilitud, como si ese lugar existiera realmente. Se trata de
hacer pasar una utopía por realidad, como sucede en el cuento.
El yo poético crea un marco geográfico paradisíaco y
bucólico. Para que la gente viva feliz, es necesario que ese lugar sea el más
bello del mundo, en armonía con la Naturaleza (sol, playa, bosque, calor…):
existe un país en los trópicos, donde el sol es un sol de verdad. Se trata de
un prototipo de paisaje de latitudes sureñas y tropicales, con una base real.
En lugares de latitud baja (10-20 grados) la luz solar llega
todos los días con la misma intensidad. Los días duran 12 horas tanto en
invierno como en verano. Las temperaturas son óptimas, ni muy altas ni muy
bajas (25ºC), y apenas varían durante el año. Perfectas para darte buenos baños
y tomar bien el solecito. El astro rey en estas latitudes sube casi al cénit,
por lo que el calor está asegurado. Es el lugar ideal para cultivar piñas,
aguacates, mangos, plátanos
Es el arquetipo que todos tenemos de paraíso. El yo poético
se recrea en elementos naturales placenteros y agradables: y a la sombra de
bosques exóticos…En un lugar en el que hace calor, estar a la sombra de los
árboles es el cobijo perfecto, rodeado de vegetación.
La voz lírica busca trasladar al receptor a esa atmósfera
amena y atractiva, para que la goce, mediante el imperativo, y un tono cercano
a la exclamación exaltadora: imagínate lo bien que se está. Así, los oyentes,
sentimos esa endivia sana que nos empuje a decir: yo quiero ir a allí: sol,
calorcito, bosque, jejjejeje
La redundancia (donde el sol es un sol de verdad) realza la
calidad de la luz solar en la zona tropical. La luminosidad que hay en el
ecuador no tiene nada que ver con la de la zona polar. Si nos vamos a ciudades
del norte de Europa (especialmente, los países nórdicos) veremos que a esas
latitudes tan altas, el sol no sube tanto en la esfera celeste, y por tanto, la
luz y el calor no pueden ser la misma que en los trópicos. Por eso, el sol
tropical siempre será más intenso.
Mediante el circunloquio el yo poético alude a la gente
inadaptada (los locos que el mundo no traga). Es una forma eufemística de
designar a aquellas personas que no siguen las convenciones sociales y
culturales de la mayoría. Usar palabras como “marginal”, “desplazado” o
“relegado” quedaría políticamente incorrecto.
Se prefiere dar un rodeo empleando una forma poética y
personificada (el mundo no traga), la cual aporta un matiz de subjetividad,
posicionándose la voz lírica a favor de la minoría social. La culpa no es de
estos individuos que no se adaptan, sino de la colectividad (el mundo) por no
respetarlos ni aceptarlos.
La sociedad nos impone una serie de parámetros o condiciones
(costumbres) que la mayoría de la gente está dispuesta a seguir, sin
cuestionarlas (cásate, ten hijos, casa, trabajo), pero hay otros, que son unos
rebeldes y se niegan a pasar por el aro. Quieren vivir a su rollo, a su manera,
siguiendo sus ideales que pueden ser igual de válidos y efectivos.
El yo se centra en todas estas personas que optan por modos
de vivir alternativos, diferentes, que se apartan de los convenios establecidos
desde la tradición: los locos que el mundo no traga nos juntamos al anochecer.
Hay un pequeño guiño a la figura del modernista, del bohemio, del decadentista,
que como sabéis su momento favorito es la noche.
Estas personas inadaptadas sufren muchísimo. Tienen
proyectos e ideales muy claros. Saben lo que quieren. El problema es el
entorno, la sociedad, el medio, que les impiden cumplir sus voluntades. La
gente critica, juzga, margina, aparta, cuestiona al diferente, al raro.
Querer algo y no poder conseguirlo es lo más doloroso que
hay. Estos individuos jamás podrán ser felices. Gastan su energía mental
deseando cosas (dando vueltas a un sueño probable, a un amor que no ha podido
ser), y no pueden ver materializadas sus pasiones, aspiraciones y pretensiones.
El paralelismo representa aquellas realidades imposibles de
llevar a cabo en el mundo real: sustantivo (sueño, amor) + complemento
adjetival (probable, que no ha podido ser).
Las ideas, planes, intenciones y propósitos están (el
término “probable” implica opción de que existan). Lo que no hay es forma de
plasmarlos en la vida (no ha podido ser). De nada sirve tener deseos y no
cumplirlos. La felicidad es imposible.
En el estribillo se plantea un contraste u oposición entre
lo mayoritario y lo minoritario, lo usual y lo raro, lo convencional y lo
peculiar, lo corriente y lo excéntrico. La conjunción subordinada temporal
marca la dicotomía: MIENTRAS el mundo se queda navegando por la misma vía, aquí
estamos rueda que te rueda ahuyentando la melancolía.
El sujeto de la oración subordinada (el mundo) posee una
extensión semántica amplísima, ya que pretende abarcar a la mayor cantidad de
seres humanos posibles. En definitiva, el referente se aplica sobre un porcentaje
altísimo de la humanidad. Casi todas las personas siguen las mismas pautas,
comportamientos, mentalidades, actitudes, costumbres…
Por el contrario, el sujeto de la oración principal está
elíptico, en primera persona de plural (nosotros). El referente se aplica sobre
una minoría concreta, sobre unos pocos seres que se apartan del resto, sobre un
grupo elitista de personas (entre los que se encuentra el yo poético) que optan
por modos de vivir totalmente distintos a los de la masa.
El fluir de la vida humana se representa metafóricamente con
un camino, por influjo de la poesía de Jorge Manrique y Antonio Machado: el
mundo se queda transitando por la misma vía. Existir (vivir) consiste en
recorrer una senda.
Tener una mentalidad cerrada implica hacer esa ruta sin
salirse de los límites, siguiendo el trazado, cumpliendo los cánones y normas
sociales establecidas, sin desviarse ni un ápice. Por lo general, la sociedad
nos invita a ser rígidos e invariables a la hora de ejecutar nuestros actos
El yo poético se niega a ser uno más. No quiere dejarse
llevar por estas convenciones. No le guste el orden, no le gusta la
estabilidad, no le gusta hacer lo que todo el mundo hace, no le gustan las
imposiciones, no le gustan los proyectos a largo plazo. Siente que pierde su
libertad.
La expresión reiterativa (rueda que te rueda) implica un
sistema de vida más caótico, caprichoso e impredecible. Hay gente que plantea
su existencia dando tumbos de acá para allá, experimentando todo tipo de
contextos (a veces opuestos), yendo de un lado a otro, en ocasiones sin tener
las ideas claras. No son felices prefijando y guionizando sus actos. Viven en
el momento. Prefieren salirse de los límites establecidos en ese camino de la
vida y hacer sus propias rutas, alejándose de las pautas mayoritarias.
Por supuesto, esta forma de vida no es fácil, ya que supone
un reto y una lucha constante contra el mundo. Las dificultades, obstáculos y
trabas generan sentimientos negativos y estados anímicos nocivos a los que hay
que evitar llegar, tal como se ve en la personificación: ahuyentando la
melancolía
La segunda parte del estribillo recoge una filosofía de
vida, que todo el mundo que lucha por ser uno mismo debería practicar para no
caer en la tristeza, el desencanto o el dolor. La voz lírica describe la manera
idónea de reaccionar ante las adversidades, con el objetivo de no alcanzar un
estado de depresión que nos arruine la vida.
Es una especie de consejo, recomendación o sugerencia que
todos nosotros deberíamos aplicar en nuestras vidas para afrontar los momentos
duros. No se trata de una orden, sino de una invitación envuelta en una
declaración de intenciones: cazamos al vuelo las lágrimas, las bebemos con vino
y con miel, y aprendemos la risa del cómico y salvamos así la piel.
Esto significa que no debemos dejarnos llevar por la pena y
el dolor. Hay que darle la vuelta a las situaciones en las que nos pone la vida
y convertir lo negativo y perjudicial, en positivo y reparador.
Las lágrimas, de sabor amargo, son una metáfora de lo
pernicioso y dañoso. El vino y la miel, de sabor dulce, son una metáfora de lo
placentero y agradable. Si nos dejamos llevar solo por las cosas malas, la vida
es un infierno. No se podría vivir así. En la existencia humana también hay
momentos felices que merecen la pena. Hay que saber identificar esas cosas
buenas que forman parte de la vida, y disfrutar de los elementos maravillosos
que son muchos.
No se puede mirar todo desde una perspectiva dramática y
trágica. Cuando haya algo que no nos gusta es fundamental saber reírse,
tomárselo con humor, no darle tanta importancia ni trascendencia. ¿Por qué
ofuscarse y tomárselo todo tan a la tremenda y gastar nuestra energía vital?
En vez de llorar y sollozar, lo mejor es la carcajada, el
alborozo, la chanza: y aprendemos la risa del cómico. Hay que saber reírse
hasta de nuestra propia sombra. Si nuestro amigo llega tarde a una cita y te
cansas de esperarlo, en lugar de quejarte y protestar, disfruta esos minutos de
espera viendo pasar a la gente, el sol, los pájaros, y ríete de su tardanza,
nunca te cabrees.
Este es el mensaje que se intenta transmitir en esta
canción. No hay que tomarse las cosas de una forma tan tremendista. Hay que
relajarse, actuar con calma y mirar las cosas con la sonrisa en la cara.
¿Y cuál es el objetivo de todo esto? Pues tener una salud
mental de hierro. Los disgustos no son buenos para el cuerpo y para el alma.
Convierten la vida en un calvario. Si nos tomamos la vida como plantea el yo
poético, alcanzaremos la plenitud, y evitaremos vivir en un estado eterno de
amargura, sufrimiento y tormento, tal como se refleja con la metáfora: y
salvamos así la piel.
La piel tiene valor metonímico, ya que se alude a un
elemento superficial y externo (la piel, que forma parte del cuerpo humano) en
vez del elemento profundo e interno (el alma). Poniendo una sonrisa en nuestra
vida, nuestro espíritu estará sano, y evitaremos caer en la enfermedad de la
depresión.
En la segunda estrofa el plano de lo espiritual predomina
sobre el físico y material. De nada sirve vivir en un paraíso externo (en ese
país tropical, con bosque, playa, sol…) si nuestra alma no se encuentra feliz.
Puedes vivir en el lugar más bello del mundo y ser la persona más desgraciada
del mundo. De ahí la paradoja: existe un país en los trópicos (temperatura
alta) donde a veces el frío es mortal (temperatura baja)
El trópico, por naturaleza, es la zona más calurosa del
planeta. Sin embargo, el alma de muchas personas se encuentra fría, infeliz,
triste. El sentimiento aparece enfatizado con un adjetivo personificado
(mortal). La depresión te puede acabar matando.
La degradación del espíritu humano queda muy bien
representada con la metáfora de la afección física: cuando un alma se enferma
de veras por anemia de libertad.
La anemia es una enfermedad del cuerpo (falta de hierro en
sangre). El alma humana, al igual que el cuerpo, puede enfermar si no se cuida.
Nosotros, como seres humanos, tenemos la obligación de realizarnos, de cumplir
nuestros deseos y pasiones. Como personas libres que somos, hay que luchar por
conseguir lo que queremos. Un ser humano que no tiene libertad para decidir qué
hacer con su vida y culminar sus voluntades, es una persona ENFERMA, con anemia
de libertad. Nadie debe cortarnos nuestras ilusiones y proyectos.
Ese marco geográfico bucólico y edénico de la primera
estrofa (país tropical) necesita completarse con un estado anímico pleno
(realización personal). De lo contrario, el frío y la falta de sol no
desaparecerán, y los habitantes de dicho país no estarán satisfechos ni felices
El yo poético se convierte en una especie de profeta, sabio
o maestro, que lucha para que esa gente que tiene ideales, pero por diferentes
circunstancias ha perdido las ganas y esperanzas de alcanzarlos (depresión),
recupere la ilusión y la energía para poder cumplirlos. Esto se expresa con
metáforas relacionadas con la libertad: allí le ponemos dos alas y le enseñamos
de nuevo el vuelo.
Las alas y el vuelo representan el libre albedrío: los seres
humanos necesitan desarrollarse, hacer lo que quieran con su vida, tomar
decisiones hasta crear una existencia a su gusto, culminar sus voluntades y
pasiones. Y eso depende de cada uno de nosotros. Está bajo nuestro control.
Este es el mensaje que la voz lírica quiere transmitir con
esta canción: hay que luchar por lo que queremos y así alcanzar nuestra
felicidad.
De esta manera, el marco espacial adquiere también su máxima
plenitud, tal como se expresa en la metáfora lumínica: y aparece de repente el
sol, calentando nuevamente el cielo. Ahora sí el cuerpo y el alma se encuentran
en conexión. Lo físico y lo espiritual van de la mano: un país bello, tropical,
paradisíaco habitado por gentes felices y plenas.
La locución adverbial “de nuevo” y al adverbio “nuevamente” hacen
referencia a los propios altibajos emocionales del ser humano. Hay veces que
nos venimos abajo y perdemos las ilusiones y esperanzas en lograr nuestros
deseos. Y otras, resurgimos de nuestras cenizas, nos comemos el mundo, nos
aferramos a nuestros proyectos y luchamos por conseguirlos. Unas veces mejor
(sol), y otras peor (frío). El humor es variable. De ahí esos cambios tan
bruscos y súbitos (de repente). En función del contexto, hay veces que estamos
arriba y otras abajo (anímicamente hablando).
Lo que está claro es que en esos momentos de bajón, hay que
apoyarse en las cosas positivas, que son muchas. La vida está llena de placeres
humanos y materiales, y merece la pena pasar por este proceso. Las lágrimas
amargas pueden convertirse en dulces sorbos de vino y miel si sabemos tomarnos
las cosas de cierta manera.
Predominan los versos de arte mayor, ya sean eneasílabos
(los locos que el mundo no traga), decasílabos (donde el sol es un sol de
verdad) y endecasílabos (y aprendemos la risa del cómico).
En la primera parte del tema las estrofas son serventesios,
es decir, 4 versos de arte mayor que riman primero con tercero
(trópicos-exóticos) y segundo con cuarto (verdad-está).
En la segunda parte y los estribillos se pierde la rima
entre primero y tercero (lágrimas-cómico)
Esta canción es en realidad una versión española (ahora se utiliza el anglicismo "cover" de una canción italiana del mismo título interpretada por el mítico y recordado Lucio Dalla (sí, el mismo de Caruso) y Francesco de Gregori (cantautor también muy conocido en Italia, su mayor éxito es "Viva l'Italia", sería una especie de Luis Eduardo Aute transalpino) en el año 1979.
ResponderEliminarLa letra en español la escribió el asturiano Víctor Manuel, que no necesita presentación (toda España sabe que es marido de Ana Belén).
https://www.youtube.com/watch?v=Jgkuae2x1w4