Después de dos coplones como son Callejuela sin salida y Cinco Farolas, creo que es hora de ofreceros algo más ligero, bailable y alegre, aunque no por ello exento de emotividad, sobre todo para los amantes de la canción folclórica regional que viven en el noreste interior de España (especialmente la zona de Navarra, Aragón y La Rioja).
El tema fue compuesto por Santiago Urtubia, que es una institución en el mundo de la jota. Además de componer, interpreta y da clases sobre el género maño por excelencia. Sus canciones suenan en fiestas populares, certámenes joteros, escuelas y festivales de folclore. Lleva por bandera la lírica tradicional y la cultura local y autóctona de la rivera del Ebro.
La canción que os traigo hoy no se considera en sentido estricto (musical) una jota, pero su letra es una clara reivindicación al género jotero. Con mucho cariño y respeto el yo poético homenajea a la jota, se muestra apasionado ante ella, nos invita a bailarla, a escucharla, a divertirnos con ella y evadirnos. Hoy analizamos Canta jotera, canta.
....................................................
En la primera estrofa el yo poético presenta la jota como una forma de evasión ante los quebraderos de cabeza, los infortunios y las penas del mundo. Es una forma de olvidar los males de la vida. Su sonido nos invita a la alegría y al movimiento, su letra nos lleva a recrear lugares, personas y conceptos que nos aportan bienestar emocional. La música como terapia es un clásico de la metacanción. Al cantar, el ser humano se distrae, se divierte, pasa un rato agradable y los problemas pasan a un segundo plano.
La oración subordinada temporal marca los momentos de crisis que atraviesan las personas en su plano existencial: cuando pienso que la vida siempre nos dará problemas con piedras en el camino en las que tanto tropiezas. Ya lo hemos dicho muchas veces en este blog: en nuestra trayectoria vital atravesamos etapas buenas y malas, altas y bajas, oscuras e iluminadas. Nos dan una de cal y una de arena. Debemos aprender a convivir con la adversidad y a utilizar "técnicas" de evasión como puede ser el arte.
Un concepto abstracto (vida) realiza una acción humana (dar). Esta personificación realza el poder que tiene el destino para ponernos trabas/obstáculos/dificultades. Tarde o temprano nos va a tocar sufrir. Las espinas son una parte importante de nuestro camino, tal como manifiesta el adverbio de frecuencia (SIEMPRE nos dará problemas). La vida perfecta no existe. Los mundos idílicos no son eternos o solo están en nuestra mente. No obstante, hay formas de gozar del olor, el color y la textura de la rosa (vida) gracias a la música, especialmente la jota. No pasa nada porque haya pinchos.
La estructura sintáctica se alarga con el complemento circunstancial de modo (con piedras en el camino) y la oración de relativo (en las que tanto tropiezas), con el fin de enfatizar lo duro y dificultoso que es el periplo vital. Se recurre a la metáfora manriqueña y machadiana de la vida como senda (con piedras en el camino). Las piedras simbolizan los episodios dolorosos a los que tenemos que enfrentarnos sí o sí a lo largo de nuestra existencia. Una roca supone una constricción, un obstáculo. Nos impide seguir con fluidez la caminata (tropiezo).
La presencia del cuantificador indefinido (tanto tropiezas) marca el carácter reiterativo y cíclico de los procesos críticos que causan sufrimiento. La vida no nos dará una hostia o dos. Muchas...muchísimas.
El uso de la segunda persona de singular (tropiezaS) es una técnica que usa el yo poético para empatizar con el público (se pone en su pellejo, piensa como él, hace un ejercicio de comprensión) y universalizar el mensaje (a todos nos va a dar hostias la vida, no se libra ni Dios). Es una forma popular de buscar el consuelo. Ya lo dice el refrán, mal de muchos consuelo de tontos.
La voz lírica propone una serie de remedios para hacer frente a los males de la vida: me acuerdo de mis amigos y me acuerdo de mis fiestas. El paralelismo transmite armonía y serenidad, ya que las amistades y las diversiones son dos formas clásicas de neutralizar las penas y encontrar el equilibrio: verbo pronominal en primera persona (me acuerdo) + preposición que introduce el complemento suplemento (de) + determinante posesivo (mis) + sustantivo materialista (amigos/fiestas).
Las marcas en primera persona (me, mis, acuerdo...) presentan las soluciones como recursos accesibles y fáciles para todo el mundo. Cuando estamos deprimidos no hace falta complicarse la vida para levantar el estado de ánimo de una forma rápida y cómoda. El ser humano por naturaleza es un animal social. Se relaciona con sus semejantes, tiene amigos, satisface las pasiones e intereses con hobbies y formas de ocio. En cero coma podemos luchar contra la tristeza: salir de casa, ir a un evento, hablar con nuestro mejor amigo...Está a nuestro alcance VIVIR.
Evidentemente, en un poema con un fuerte contenido regionalista entre las soluciones se proponen una serie de elementos vinculados al espacio concreto de Aragón: con el pañuelico al cuello y la faja tan bien puesta. El sufijo ico es típico de la fabla aragonesa (pañuel-ico). La faja y el pañuelo forman parte del traje oficial de baturro. Además, estos atuendos aparecen colocados en el espacio que corresponden, en busca de esa serenidad espiritual, tal como refleja el circunstancial de lugar (al cuello) y de modo (bien puesta).
En el estribillo el yo poético se dirige a su interlocutora (jotera), la cual no habla ni toma la palabra pero está presenta de forma implícita en el acto comunicativo. Una jotera es una persona que tiene por oficio cantar e interpretar las jotas.
Mediante el imperativo (canta), la voz lírica le pide a la jotera que saque su voz. El vocativo (jotera) y la reduplicación de la orden (canta jotera CANTA) refuerzan la necesidad de utilizar el arte y la música como medios para aliviar y curar los problemas vitales. La jota se presenta como género imprescindible para sanar el alma. Cuanto más se cante y más pronto se cante (de ahí la insistencia de que empiece ya a cantar), nuestro estado anímico mejorará.
El placer auditivo que genera el soniquete, el ritmo de tresillo y el timbre (color de voz de la jotera) se plasma con la metáfora grecolatina del canto de las aves: que son tus trinos de ruiseñor...El ruiseñor simboliza la pasión, la belleza, la poesía, la libertad, la inspiración. El sustantivo sensorial (trino) nos evoca sentimientos profundos (amor, nostalgia, bienestar, vitalismo). Tened en cuenta que el ruiseñor es el ave típica de la primavera, la estación florida del año. Casi siempre aparece en paisajes bucólicos. El canto de la jota queda asociado a la naturaleza eterna y a la felicidad.
Con el fin de contentar e incluir a la mayor cantidad de público, el yo poético evita la polémica. La jota es un género con muchísimas variantes y matices regionales. A veces surgen pequeñas rivalidades y la gente tiende a defender lo suyo. Los que viven en Aragón dirán que la mejor jota es la aragonesa. Los que viven en La Rioja dirán que es la riojana. Los de Navarra barrerán para su casa y dirán que la mejor jota es la navarrica. Es algo que forma parte de la naturaleza humana: nos sentimos orgullosos del lugar en que vivimos y lo defendemos a cada y espada poniéndolo por encima del resto. Esta pasión es algo subjetivo y personal.
En el micromundo de la jota hay muchísimos piques con ciertos temas: ¿Cuál es la "jota auténtica"? ¿Dónde nació realmente? ¿Cuál es la más pura? Los entendidos han debatido durante siglos esta cuestión y cada pueblo dirá que es la suya.
El yo poético quita importancia a las diferenciales regionales y al origen de la jota. Lo importante y lo que se está celebrando en esta canción es su existencia. Hay que estar agradecidos en tener un cante y una manifestación artística tan grande. De ahí la locución impersonal con el fin de evitar partidismos y mostrar neutralidad: da igual que sea riojana, buena navarra o de Aragón.
La voz lírica no va a mojarse, ni a decantarse, ni a situar una variante por encima de la otra. Las tres son iguales, están al mismo nivel y son trascendentales. De hecho, va a buscar un nexo en común que es el espacio geográfico. Las tres tierras (La Rioja, Navarra y Aragón) están recorridas por el mismo río: porque del Ebro sacas la voz. No vale la pena entrar en conflictos históricos, políticos y culturales. Se puede decir que los tres estilos están emparentados. Son las "jotas del Ebro". Esta etiqueta se utiliza de forma habitual por los expertos de musicología para clasificar los géneros joteros
Además, se le está atribuyendo al género un origen casi divino. El río Ebro es un elemento de la madre Naturaleza. La tradición bíblica (Génesis) dice que es obra de Dios. Si la voz de la jotera proviene de las aguas del río Ebro, en cierta medida la jota está ligada a algo tan majestuoso e importante como es la deidad. Dar un origen sobrenatural a las cosas es un mecanismo típico de las novelas de caballería. Esto genera un halo de magia, trascendentalismo y misterio en torno a la jota.
Por supuesto, el arte, aparte de prestigio (en este caso, un origen natural-divino) debe tener una utilidad, una funcionalidad. Debe servir para algo. En este caso, las jotas aportan vitalismo, ganas de vivir, fuerza para seguir adelante y olvidarnos de los sinsabores de la vida: que tus jotas nos llenan hoy de alegría el corazón.
El pronombre en primera persona de plural con función de complemento indirecto (nos) universaliza a los beneficiarios de la terapia musical, que es toda la humanidad. Las jotas están para ser escuchadas por todos nosotros y ayudar a la gente a olvidar sus problemas y pasar un rato agradable. El verbo procesual (llenan) enfatiza la plenitud que puede aportar el arte en nuestras vidas. El adverbio de tiempo (hoy) ancla el contexto en el presente. No importa el pasado, no importan el origen concreto de la jota, no importa que haya diferencias regionales, no hay que angustiarse por lo que pueda pasar en el futuro con este género. Lo importante es que la gente lo ha mantenido vivo y podemos disfrutarlo a día de hoy
De hecho el adverbio de tiempo rompe la locución verbal (llenan de alegría hoy<llenan hoy de alegría). Esto genera un hipérbaton muy abrupto que realza el mensaje de que disfrutemos del aquí y ahora en lugar de comernos la cabeza con el pasado y el futuro.
La segunda estrofa posee una estructura narrativa y descriptiva, ya que el yo poético cuenta su viaje por diferentes lugares de la rivera del Ebro: caminando entre viñedos voy bajando la rivera...Se trata del entorno geográfico en el que se enmarca la jota. Aparece un elemento típico de la flora (viñedo, que es un terreno dedicado al cultivo de vides, que es la planta de la uva). El paisaje de la rivera destaca por este tipo de vegetación.
Los gerundios (caminando, bajando) marcan el relato como si fuera una narración en directo. A la vez que el yo poético pasa por estos lugares, nos lo va contando. Hay simultaneidad (sincronización) entre la acción y las palabras del yo.
A partir del tercer verso se citan una serie de topónimos enmarcados en complementos de origen (de la ciudad de Logroño), de destino (hasta el puente de Tudela), verbos de partida (dejo atrás las Cinco Villas) y verbos de llegada (el Pilar me abre las puertas). Van formando un itinerario.
Logroño es la capital de La Rioja. Tudela es un municipio de Navarra. Las Cinco Villas es una comarca del norte de Zaragoza (ahí está el pueblo de Ejea de los Caballeros). El Pilar es la conocida basílica de nuestra señora del Pilar que está en la capital de Aragón y que todos veneramos el 12 de octubre.
La catedral, que es una entidad inanimada, se representa de manera personificada, realizando una acción propia de seres humanos (me abre sus puertas). La imagen es la de un arco de triunfo que marca el final o la meta de un largo viaje por tierras del Ebro.
Se crea un contexto ceremonioso y ritualizado. Da la sensación de que el yo poético ha entrado a un templo sagrado, el cual le ha abierto sus puertas. A cambio, debe agradecer ese gesto de apertura con un regalo u ofrenda, que en este caso es una canción dedicada a la virgen del Pilar, tal como expresa la oración subordinada final con apócope de la preposición: pa cantarle una jotica a la virgen más jotera
Hay sufijación aragonesa (jotica) y palabras derivadas de una misma raíz (jotica, jotera) que marcan el sello de identidad de la imagen. El autor parte de una presuposición: el conocimiento del público está lo suficientemente desarrollado para entender que la virgen más jotera es la del Pilar. Lo normal es que una persona con cierta cultura sepa que la virgen de la que se habla es la del Pilar, aunque no aparezca de forma explícita su nombre en el poema. El circumloquio (a la virgen más jotera) activa la mente del receptor, que se siente "importante" al adivinar que ese rodeo sintagmático tiene como referente a la Pilarica. Su cultura le da para establecer la referencia y eso le hace sentirse útil.
Los versos finales funcionan como un epílogo y tienen como objetivo igualar a todos los destinatarios independientemente del origen regional y el estilo de jota que defiendan. El yo poético vierte una serie de elogios sobre los habitantes de cada comunidad autónoma (La Rioja, Navarra y Aragón) para que se sientan identificados y aludidos de una forma digna. De esta manera nadie se siente descontento ni excluido, ya que a todos se les dicen lo que quieren oír. En definitiva, palabras bonitas para todos.
El tratamiento equilibrado y proporcional se manifiestan en el paralelismo ya que todas las sentencias empiezan con una oración subordinada condicional: conjunción (si) + verbo de procedencia (naciste, eres) + complemento de topónimo (buena Navarra, La Rioja) o gentilicio (aragonesa). El autor dedica dos versos a cada región. La misma extensión a todas, para que no sobresalga una por encima de otra.
En el caso de Navarra, va acompañada de un adjetivo valorativo afectivo (buena Navarra). Eleva las cualidades artística a su grado más grande gracias al superlativo (tu canto es el más grande) y enuncia dos motivos temáticos típicos del terreno navarro: le cantas a tu Mejana y a la ribera que fue tu madre.
La mejana de Tudela es una isleta fértil en el río Ebro formada por sedimentos y que es famosa por sus huertas de alcachofa y espárragos.
La ribera es una comarca natural e histórica al sur de Navarra famosa por el vino, el influjo árabe-judío y los contrastes entre la humedad del Ebro y los desiertos de las Bárdenas Reales. La metáfora del linaje (la ribera que fue tu madre...) marca el germen del reino de Navarra
Los versos dedicados a Aragón se centran en la Pilarica (canta a la virgen) y también incluyen metáfora del linaje (canta a tu sangre). El paralelismo da solemnidad como si fuera un himno: imperativo (canta) + complemento directo (virgen/sangre)
El yo poético recurre al mecanismo retórico de la ejemplificación para contentar a todos los mañicos: que el baile de Aragón sirva de modelo para los demás, que sea un espejo, que la gente aprenda a bailar la jota contemplando a un aragonés: báilanos bien la jota para quien no sepa lo que es el baile. Eso es motivo de orgullo: enseñar al que no sabe.
Finalmente se elogia a la La Rioja. La voz lírica muestra una actitud protectora hacia esta región que suena a amenaza contra el enemigo foráneo, tal como expresa el paralelismo: que nadie diga, que nadie hable: conjunción (que) + sujeto indefinido (nadie) + verbo de lengua (diga/hable). No va a consentir que se hable mal de esta zona.
De nuevo recurre a la ejemplificación (que pa cantar bien la jota) y el superlativo comparativo (como en mi tierra no canta nadie). El posesivo de primera persona (mi tierra) delata al receptor. Aunque se mantiene neutral a lo largo de la canción, finalmente se le escapa que es de la Rioja. No obstante, esto no afecta a la actitud pasional y de orgullo hacia "las jotas del Ebro", sean de uno o de otro lado.
Desde un punto de vista métrico, cada estrofa está formada por la unión de dos coplas (8- 8a 8- 8a). El estribillo consta de cuatro versos de dieciséis sílabas con rima asonante entre ellos (16A 16A 16A 16A). Los versos finales son irregulares, no siguen esquemas fijos y su ritmo y melodía están separados del resto del tema. Eso sí, mantienen la asonancia (sangre, madre, grande, baile, hable, nadie)
